Donde van a parar los borradores, la imperfección, lo incompleto... a la última hoja de mi libreta...

lunes, 22 de abril de 2013

Soneto de Oz.

Al final de un camino de adoquines,
cruzando arroyos y colinas sin fin
con carpas y pájaros parlanchines,
se alza entre podredumbre y hielo un jardín.

Allí reina un joven que toca el violín,
salta un espantapájaros bailarín,
se ahoga llorando sin valor un león
y un hombre de hojalata sin corazón.

El muñeco danza descerebrado,
el animal suplica por su valor
y el caballero se arrastra apenado.

El joven quiere escuchar a un ruiseñor
de su reino muerto y abandonado,
que le cante al oído qué es el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario