Polvo de corazón.

Amor de amores,
no cura ni calma
los dolores,
ennegrece el alma.

Oscuro mar de soledades,
¿Por qué en ti navego?
Déjame ir de tus pesares,
mi corazón te entrego,

está desmenuzado,
polvo de heridas,
revolotean perdidas
con rumbo fijo trazado.

Amor encarnado.

Lujuria, de noches en vela,
dolor, por este bien vedado,
sentir, su piel como esta tela,
amor, por aquel ser amado,
arder, como llama de candela,
pasión, de un amor encarnado,
dudar, al mirarte con cautela,
y saber con certeza
que no saldrás jamás de mi cabeza.

La canción de las Tormentas.

Primero un poco de viento y un poco de lluvia,
y entonces, un huracán poderoso.
¡Rayos a mi alrededor!
Las gotas de lluvia corriendo por mi cuerpo,
mira el cielo, escucha el grito,
lágrimas que caen al suelo...
Ahora cantamos la canción, la canción de las Tormentas.